viernes, 28 de diciembre de 2007

La Esperanza en la "vida eterna"


Ahora que venía caminando hacia mi casa, rezando (junto con la versión cantada de la Coronilla de la Divina Misericordia), estaba reflexionando sobre un tema que leí y reflexiona el Santo Padre Benedicto XVI en su encíclica "Spe Salvi". ¿Qué es la "vida? ¿Después de esta vida a que vamos? ¿Qué es lo que ganamos después de largos años de vida mortal? ¿Sirve de algo vivir en esta vida?

La vida que vivimos en la actualidad es un paso a la que viviremos en el paraíso o el infierno -dependiendo de lo que creemos y nuestros actos en la tierra-. Pero en general, la creencia popular es que esta vida hay que "vivirla a concho", es decir, pasarlo bien en fiestas, ser exitosos en la carrera profesional, tener amistades, etc.. esto expresado en palabras de San Agustín, que en el fondo queremos sólo una cosa, la "vida bienaventurada", la vida que simplemente es vida, simplemente "felicidad". A fin de cuentas, en la oración no pedimos otra cosa. No nos encaminamos hacia nada más, se trata sólo de esto. Osea son esperanzas débiles, porque cuando tenemos lo que queremos no sabemos que hacer después, un caso histórico es el marxismo que desean la revolución del proletariado, pero Marx no dejó claro que se haría después. Entonces, como cristianos que somos tenemos que tener -como dice el Papa- una esperanza de más allá que no sea tan fácil conseguirla, esto es la esperanza en Dios. Esperanza que llegaremos al paraíso, por eso lo que hay que hacer es no acumular riquezas terrenales, sino "riquezas" celestiales.

Imagenensé al Reino de Dios como una ciudad actual, o mejor dicho, una medieval donde vez la majestuosidad del palacio de Dios, la cual nunca terminaremos de asombrarnos junto con su presencia, y que nosotros somos lo que somos ahora, pero con la diferencia que el que sólo acumulo riquezas en la tierra, es decir, dinero, casas lujosas, etc. pero nunca hizo lo mismo con la riqueza celestial, que sería yendo a la Santa Misa, haciendo Oración, amando al prójimo, amando a Cristo, y a su Santísima Madre, va a ser un alma pobre y que no va a "vivir" en el paraíso sino que estará en el Purgatorio o en el Infierno. En cambio, el que hizo lo contrario, va a tener gran riqueza en el Cielo, y la mayor riqueza que llegó a obtener es: estar frente a Dios, a su Hijo y a la Santísima Virgen María, cantando y adorándolo por la eternidad. Es así como yo me imaginó el Cielo, pero no lo sabemos o no lo sabremos hasta llegar a ese momento, como dice el Papa: esta "realidad" desconocida [haciendo referencia al Cielo o Paraíso] es la verdadera "esperanza" que nos empuja y, al mismo tiempo, su desconocimiento es la causa de todas las desesperaciones, así como también de todos los impulsos positivos o destructivos hacia el mundo auténtico y el auténtico hombre. La expresión "vida eterna" trata de dar un nombre a esta desconocida realidad conocida. Hijo, La (Párrafo 12) Es esta "esperanza" la que motiva al cristiano a servir a Dios, para llegar a las puertas del Cielo, en el Tribunal Celestial con Dios y a su derecha su Amadisimo Hijo, la Santísima Virgen (como abogada nuestra, y más aún si era muy devoto de ella) y a los Santos, al centro se encuentra el alma del difunto que rinde cuenta sobre su vida para saber si se queda en el Cielo, en el Purgatorio o es condenado al Infierno por toda la eternidad. Nosotros como cristianos tenemos que llevar una vida de oración, de ir a la Santa Misa y cumplir los mandamientos de Dios y de su Iglesia para poder ser salvados y también ser muy devotos de María para que interceda y sea nuestra abogada en aquel juicio y así poder ser salvados, como también de algún Santo o Ángel.

A continuación dejare las razones para ir a la Santa Misa. Esto gracias a la página devociones.com.

12 MOTIVOS DE OÍR DEVOTAMENTE LA SANTA MISA.

1) En la hora le tu muerte, las misas oídas serán tu mayor consuelo.

2) Cada misa oída con devoción será una prenda segura de perdón en la hora del juicio.

3) Por cada misa oída puedes disminuir el castigo temporal merecido por tus pecados.

4) Al asistir devotamente la santa Misa rindes al Sagrado Corazón de Jesús, el más grande homenaje posible.

5) Por la santa Misa, nuestro Señor Jesucristo satisface por tus muchas negligencias y omisiones.

6) Te perdona todos los pecados veniales que buscas de evitar. Se disminuye el poder del demonio sobre ti.

7) Por medio de la santa misa puedes ayudar y salvar muchas almas del purgatorio.

8) Una sola misa que oyes con devoción durante toda tu vida mortal será de mayor provecho que muchas otras ofrecidas después de fu muerte.

9) De muchos peligros y desgracias te preserva Dios a causa de la santa Misa que oyes con devoción. Además se acortan los días del purgatorio.

10) Durante la santa Misa, el altar está rodeado de multitud de ángeles que asisten con suma atención al Santo Sacrificio.

11) Dios te bendice en tus empresas temporales.

12) Si, al oír la santa Misa con devoción, ofreciéndola a Dios Omnipotente en honor de algún Santo o Ángel, agradeciendo al Señor por los favores concedidos a él, honras al Ángel o Santo, y de este modo te haces acreedor a la especial protección de aquel Ángel o Santo.


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