martes, 4 de marzo de 2008

El Juicio Particular

CEJ03494

 

 

 

"A la tarde te examinarán en el amor (San Juan de la Cruz, dichos 64)"

 

 

 

 

 

El juicio después de la muerte de la persona es un hecho que particularmente me lleva a pensar de como sería cuando yo me muera, es decir, de que es lo que va a suceder y ¿Cómo me veré en frente del Dios Trinitario? ¿Cómo mirare al Padre Eterno y a Cristo (mi Divino Maestro)?

Este es el tema del presente articulo. Primero nos enfocaremos en lo que la Santa Iglesia Católica dice sobre este y después hablare de lo que yo creo o me imagino de como será el Juicio Particular.

El Juicio según la doctrina católica

Según el Catecismo de la Iglesia Católica;

"1021 La muerte pone fin a la vida del hombre como tiempo abierto a la aceptación o rechazo de la gracia divina manifestada en Cristo (cf. 2 Tm 1, 9-10 [Quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos, pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio]). El Nuevo Testamento habla del juicio principalmente en la perspectiva del encuentro final con Cristo en su segunda venida; pero también asegura reiteradamente la existencia de la retribución inmediata "después de la muerte de cada uno con consecuencia de sus obras y de su fe."

Y por último, cada hombre después de la la muerte;

"1022 (...)recibe en su alma inmortal su retribución eterna en un juicio particular que refiere su vida a Cristo, bien a través de una purificación (cf. Cc de Lyon: DS 857-858; Cc de Florencia: DS 1304-1306; Cc de Trento: DS 1820), bien para entrar inmediatamente en la bienaventuranza del cielo (cf. Benedicto XII: DS 1000-1001; Juan XXII: DS 990), bien para condenarse inmediatamente para siempre (cf. Benedicto XII: DS 1002)."

Cristo, juez justo, establecerá:
1: Bien la necesidad de purificación temporal (purgatorio) antes de acceder a la bienaventuranza (Si morimos en estado de gracia, pero con los efectos del pecado sin limpiar por completo),
2: O su entrada inmediata en el cielo (Si cuando morimos nuestra vida ha sido completamente purificada de todos los pecados),
3: O su condena en el infierno (si morimos totalmente apartados de Dios). [Cf. Corazones.org]

En el próximo articulo vamos a hablar sobre el cielo, el purgatorio y el infierno por separado.

 

El Juicio según mi apreciación

Para mí, el juicio que recibiremos todos al morir, es un instante mucho más importante que aquellos que vivimos en nuestra vida terrenal, porque vamos a definir donde viviremos eternamente.

Yo me imagino juicio, en una nube gigante donde mi alma se encuentra en el centro de aquella, en el frente veo al Padre Eterno, y a su derecha a Cristo Jesús.

Al lado mío esta la Santísima Virgen Maria tomándome la mano, porque fue ella la que me vino a buscar para llevarme a la presencia del Padre y de su amadisimo Hijo. En la derecha veo a todos los santos sentados en una tribuna y especialmente veo fijamente al santo que le tengo más devoción que es el Padre Pío. a la izquierda veo a todo el coro de ángeles del señor, pero a los ángeles de la primera Jerarquía (Serafines, Querubines y Tronos) es la que se encuentra cerca de Dios y de Cristo.

También puedo ver a los 11 apóstoles de Cristo, ¿Por qué 11? Porque San Pedro se encuentra en las puertas del Reino de Dios esperando a los que recibieron la aprobación de Dios para entrar en ella.

En una bolsa que vino conmigo, llevó la cantidad de misas que asistí durante mi vida (1) En la hora le tu muerte, las misas oídas serán tu mayor consuelo.2) Cada misa oída con devoción será una prenda segura de perdón en la hora del juicio.3) Por cada misa oída puedes disminuir el castigo temporal merecido por tus pecados.[12 motivos para asistir a Misa]) y un ángel del señor le lleva esta bolsa a Dios como prueba de mi fe hacia él.

Y el Juicio comienza con las palabras del Padre Eterno, nombrando mis virtudes y mis pecados cometidos en total (todos los que confesé y aquellos que no confesé), la Santísima Virgen se acerca a su Hijo para interceder por mí y para mi salvación, también habla el Padre Pío diciendo todo lo que sabe de mí.

También si fui devoto del Santísimo Sacramento del Altar, del Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María, Jesús se acordará porque tendrá en su Sagrado Corazón mí nombre como se lo prometió a Santa Margarita María de Alacoque (Grabaré para siempre en mi Corazón los nombres de aquellos que propaguen esta devoción.)

Después de todo eso, según lo que me imagino de como será mi juicio, el Padre Eterno da su veredicto.

Lo que acabo de escribir es lo que me imagino yo sobre el juicio particular de las almas.

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